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Artémides Zatti. A Dios hay que darle lo mejor
Nestor Zubeldía nos abre la ventana a una historia necesaria y actual. Más que nunca, necesitamos del testimonio de quienes entienden que la fe se juega en el servicio y el compromiso. ¡No hay otro camino! Y en Artémides Zatti, el Buen Samaritano, encontró rostro, manos y pasión, sobre todo para los pequeños, los pobres, los últimos.
En Zatti nos asomamos a esa santidad desacartonada, que está más cerca de la calle, que de los altares inmaculados. Ser santos es vivir lo simple y cotidiano de manera extraordinaria, como si en cada gesto, palabra o actitud se nos fuera la vida. Descubriremos, una vez más, que la clave de la verdadera felicidad no está en «qué» hacemos, ni en «cuándo», «dónde» o «cuánto»; sino en «cómo» encaramos día a día aquello que se nos confía y en «para qué» nos levantamos cada mañana a andar la vida.
- Páginas: 216
- Medidas: 15.2 cm X 1 cm X 22 cm
S/ 25.00 -
El pariente de los pobres. Artémides Zatti
El escrito del padre Entraigas, firmado el 6 de octubre de 1953, dos años después de la muerte de Zatti, busca mostrar la experiencia de vida de un salesiano coadjutor que vivió en Viedma, junto a otros salesianos, que impactó en su tiempo y en su ambiente por la caridad sin límites de sus obras.
En la sencillez de la vida de Zatti, en su servicio, en su profunda fe, en su sentido de comunidad y en su buen humor, sus contemporáneos vieron a una persona que encontró cómo ser feliz, y que se parecía mucho a Jesús. Quizás porque era él quien veía a Jesús en cada pobre, cada anciano, cada huérfano… en cada hermano y hermana con quien se cruzaba mientras pedaleaba por Viedma.
El pariente de todos los pobres nos prepara el camino para abordar un testimonio con mucha acción y también mucha diversión. Esto puede resultar extraño cuando creemos que tocamos la santidad con nuestras «manos torpes». La santidad, de eso se trata, también es un cometido humano: las personas humanas son santas. En veintisiete capítulos el padre Entraigas se encarga de demostrar esta convicción.
- Páginas: 172
- Medidas: 15.2 cm X 1 cm X 22 cm
S/ 17.00 -
TODO POR AMOR. Rasgos principales de la vida de San Francisco de Sales
Aunque vivieron con más de dos siglos de diferencia y con las cimas de los Alpes de por medio, ningún otro santo inspiró tanto a Don Bosco como San Francisco de Sales. Ya en su ordenación sacerdotal se había propuesto imitar su estilo.
Desde que comenzó con el primer oratorio en las barriadas de Turín, siempre eligió ponerlo bajo la protección del santo obispo de Ginebra. Y cuando finalmente reunió a algunos de sus muchachos con la idea de fundar una nueva congregación religiosa, le dijo: «Nos llamaremos salesianos»
En los contextos difíciles en los que le tocó trabajar, la caridad y la dulzura de San Francisco de Sales guiaron toda la obra de Don Bosco, consciente de que «se atrapan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre». Y aunque el campo de trabajo de ambos santos fue muy distinto, se podría decir que el estilo de Francisco de Sales marcó en adelante no solo la tarea de Don Bosco, sino también la de su familia salesiana, llamada a esparcirse por todo el mundo.
- Páginas: 32
- Medidas: 13 cm X 20 cm
S/ 8.00
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